chistes para partirse en dos o si quereis en tres

el de los chinos es bueno


Sabes porque los de lepe plantan los naranjos de 3 en 3?
- Para hacer tri-naranjus

Por qué los de lepe ponen un policía a correr?
- Para hacer un poli-deportivo


Sabes porque los de lepe se tiran un pedo antes de salir de casa?
- Para echar el pestil

El león de las Cortes se pone malo y traen un sustituto. Cuando ve llegar a mogollón de gente pregunta a su compi:

- Oye, y ¿quiénes son esos?
- Esos son los diputados que van al hemiciclo.

Al cabo de un rato se oyen gritos en el interior de las Cortes: ¡Mamarracho!, ¡vendido!, ¡corrupto!, ¡delincuente!


Y el nuevo león vuelve a preguntar, todo asustado:

- Y eso, ¿que ocurre?

Y el viejo león responde:

- ¡Bah! No te preocupes, es que están pasando lista.

no te ignoramos mujer, yo x ejemplo hacia bastante k no me pasaba x aki!!

de verdad?
no sabes lo que me alegro de que algien
me digiera eso esperaba que fuera otro
pero gracias por acermelo saber

jajajaja de nada mujer. esk esta la cosilla algo muerta!!!

venga k sigan los chistesss

Llega un niño donde su mamá que esta embarazada y le pregunta:
Mamá, ¿Qué tienes en la panza?
Un niño.
¿Y quién te lo dio?
Tu papá.
Y el niño va corriendo donde su papá y le dice:
Papá, ¡No le andes dando niños a mi mamá porque se los come!

En qué se parece un pato cojo a un pato viudo?

En que los dos se quedaron sin pata.

Llega un campesino a un bar con una radio bajo el brazo ofreciéndola en venta. En una mesa cercana hay varios citadinos quienes al verlo humilde se proponen quitarle la radio sin pagarle un centavo. Uno de los citadinos le comenta a los otros:
Les aseguro que con unas cervezas encima, ese campesino terminará rebajando el costo de la radio hasta casi nada.
Por lo que lo invitan a sentarse con ellos. Entonces, pregunta el citadino:
¿En cuánto nos vendes tu radio?
En 30 dólares, responde de manera ingenua.
Okay, dice el citadino, vamos a tomarnos unas cervezas y luego hablamos.
Al cabo de un rato ya se han tomado varias cervezas cada uno y el citadino vuelve a preguntar:
Y entonces, ¿En cuánto la vendes?
Bueno, deme 10 dólares, responde el campesino.
Me parece mejor, dice el citadino.
¡Vamos, te invito a otras cervezas!
Luego de un buen rato le pregunta nuevamente al campesino,
Y ahora, ¿En cuánto me la vendes?
Deme 5 dólares para poder irme a mi casa.
El citadino, viendo la posibilidad de quedarse con la radio, decide continuar con la ronda de cervezas y luego de otro buen rato insiste:
Y ahora campesino, ¿En cuánto me lo vendes?
A lo que el campesino responde:
Le voy a decir la verdad, yo quería vender la radio para beber cerveza pero, como ya estoy borracho he decidido no venderla e irme ya a mi casa.